06 Jun FASCITIS PLANTAR
Antes de explicarte en qué consiste esta patología, me gustaría hacer un apunte rápido: normalmente la terminación “itis” implica la existencia de inflamación, pero las últimas investigaciones han demostrado que en la mayor parte de los casos de “fascitis” plantar no existe dicha inflamación. Los cambios que se generan a nivel del tejido, se asemejan más a lo que conocemos como una tendinopatía. Por este motivo, pasa a ser más correcta la denominación de “fasciosis plantar”.
La fasciosis plantar puede deberse a una sobresolicitación del tejido sin que éste esté adaptado o preparado para ello. Puede darse desgarro y degeneración de la fascia hacia su zona de inserción en el calcáneo.
Su etiología suele ser variada: acortamiento en los músculos gemelos, sóleo o isquiotibiales, debilidad en la musculatura intrínseca del pie, falta de movilidad en las articulaciones propias del pie, del tobillo, rodilla, cadera o pelvis. Todo esto hará que se estén condicionando los rangos biomecánicos normales y por tanto que algunos tejidos como músculos o ligamentos tengan que trabajar más o hacerlo de una manera que no es la adecuada. A partir de ahí, se desencadena irritación y/o degeneración del tejido y acaba por dar dolor.
Tampoco hay que perder de vista cambios a nivel bioquímico en el cuerpo; cambios en la alimentación, estrés o un estado emocional alterado afectarán a la homeostasis general del organismo, repercutiendo en el estado general de los tejidos
Dentro de los factores de riesgo se incluyen: un estilo de vida sedentario, sobrepeso, estrés, trabajos que obligan a estar mucho tiempo de pie, caminar sobre superficies duras o el uso habitual de zapatos de tacón alto que acortan la fascia plantar.
Síntomas más comunes:
- Dolor en la base del talón al apoyar el pie. En particular al levantarse por la mañana, con los primeros pasos, que mejora en los primeros 5 a 10 minutos y reaparece hacia el final del día.
- Dolor que empeora después de períodos de descanso.
- Algunos pacientes describen un dolor quemante o punzante a lo largo del borde medial de la planta del pie al caminar.
- Sensibilidad o dolor al caminar descalzo.
Al tener características similares a las tendinopatías, este tipo de dolor responde muy bien a la carga progresiva. Por eso es importante, además del trabajo manual que verifique y trate todas las posibles zonas afectadas, incluir ejercicios que ayuden a readaptar el tejido a la carga
Ejercicios que puedes hacer en casa:
- Coge una pelota de tenis y hazla rodar por toda la planta del pie, haciendo hincapié en las zonas de mayor tensión/dolor. Con este automasaje conseguirás no sólo relajar la fascia plantar sino también toda la cadena fascial posterior
- Caminar de puntillas. Este es un excelente ejercicio para ir adaptando tu pie a la carga. Si te resulta demasiado exigente puedes probar primero a ponerte de puntillas sin caminar. Subir y bajar desde esta posición antes de empezar a caminar.
- Colócate de puntillas, haz media sentadilla y vuelve a subir. Este es otro ejercicio fantástico para ir generando cambios adaptativos en tu fascia plantar.